viernes, 18 de noviembre de 2011

RELAJACIÓN con MANDALAS

Enfermedades reumáticas, enfermedades que no esperan


Los expertos hacen hincapié en la necesidad de consultar al reumatólogo lo antes posible ante la aparición de los primeros síntomas de dolor o hinchazón de las articulaciones ya que un diagnóstico temprano, sumado a un adecuado tratamiento, aumentan significativamente la posibilidad de remisión de la afección.

Existen más de 150 enfermedades reumáticas. Entre las de mayor prevalencia, se pueden mencionar: la artritis reumatoidea, la artritis psoriática, la artrosis, la espondilitis anquilosante, la fibromialgia, el lupus eritematoso sistémico y la gota.

Síntomas reumáticos como el dolor, tumefacción o hinchazón de las articulaciones, son altamente frecuentes en la población e incluso representan para muchas personas una limitación a la hora de llevar a cabo sus actividades habituales.

Sin embargo, un estudio realizado por la Sociedad Reumatológica Argentina (SAR) reveló que la mayoría de los pacientes que padecen artritis reumatoidea tarda 12 meses en acudir a un médico reumatólogo para tratar su patología.

Esta demora en visitar al especialista es mucho más trascendente de lo que algunos imaginan, ya que reduce la posibilidad de remisión de la enfermedad, esto significa lograr la ausencia de articulaciones inflamadas y evitar el consecuente daño articular.

"La artritis reumatoidea es una enfermedad muy frecuente, que se da en el 1% de la población, es decir que aproximadamente 350.000 personas en la Argentina tienen esta enfermedad", advirtió en una entrevista con La Prensa el doctor Alfredo Arturi, presidente de la SAR.

"Mucha gente asocia la enfermedad reumática con la vejez o la ancianidad. Pero, por ejemplo, la artritis reumatoidea puede afectar a mujeres y varones en la edad productiva, o sea entre los 25 y 30 años, y pueden quedar con secuelas de discapacidad importante", remarcó por su parte el doctor Horacio Venarotti, vicepresidente de la SAR.

Si el diagnóstico es precoz, al comienzo de la enfermedad, "lo que hay que usar para tratar al paciente es de mucha menor trascendencia, son drogas más inofensivas, más inocuas" -señaló Venarotti- "En cambio, cuando la enfermedad tiene un avance importante en el curso de su evolución, lograr la remisión cuesta muchísimo más y este paciente queda con secuelas que va a arrastrar el resto de su vida".

A partir de esta premisa, la SAR decidió desarrollar la campaña AVANSAR, que bajo la consigna "las enfermedades reumáticas no esperan. Elegí avanzar hoy para no perder movilidad mañana" busca promover la importancia de la consulta al reumatólogo y la detección temprana para lograr una mejor calidad de vida.

ARTRITIS REUMATOIDEA

La artritis reumatoidea (AR) es la más prevalente de las patologías reumáticas. "Es una enfermedad inflamatoria, de origen inmunológico, que provoca inflamación de las articulaciones, fundamentalmente de las pequeñas articulaciones de manos y pies, aunque puede afectar muñecas, codos, hombros, etcétera. Se caracteriza por provocar una enfermedad general, cursar con intensa rigidez a la mañana, cuando el paciente se levanta, mucha hinchazón articular y mucha incapacidad funcional", explicó Arturi.

Según afirmaron los expertos de la SAR, aún se desconoce cuál es la causa de la AR y por este motivo, se trata de una enfermedad "que no se cura". No obstante, el doctor Venarotti aclaró que "se sabe cuáles son muchos de los mecanismos que provocan la enfermedad; por eso es que los nuevos tratamientos atacan a esos mecanismos y la resolución de la enfermedad es actualmente bastante más frecuente".

En ese sentido, el vicepresidente de la SAR destacó que la AR ofrece una "ventana de oportunidad para su tratamiento durante los primeros tres o cuatro meses" desde que se manifiesta, por lo tanto el diagnóstico y el tratamiento durante ese lapso "pueden marcar una calidad de vida sumamente distinta para ese paciente, que si concurre después de un año".

Asimismo, los especialistas subrayaron que hay estudios científicos que indican que el tabaquismo en la mujer aumenta el riesgo de sufrir AR.

"Está demostrado que el tabaco en la mujer induce a la aparición de la enfermedad", aseguró Arturi, al tiempo que añadió: "Hay trabajos hechos en Estados Unidos, con seguimiento de pacientes que tienen un análisis positivo -que se llama factor reumatoideo-, y aquellos que fuman a lo largo de los años potencian su mecanismo de desarrollar AR y sufren AR en mayor medida que la población en general, que puede tener factor reumatoideo pero que no fuma".

Por otra parte, el presidente de la SAR recordó que aunque la AR es una enfermedad por desgaste y, por lo tanto, es más frecuente en personas mayores, en realidad, esta afección no respeta edades ya que puede darse en distintas etapas de la vida, con diferentes características.

"Hay una forma de AR juvenil que se da hasta los 16 años; después tenemos otra forma que va desde los 16 hasta la tercera edad; y a partir de la tercera edad hay otra forma de presentarse diferente", dijo el especialista.

ESTRES AFECTIVO

Además del tabaquismo, otro factor que -según señalaron los directivos de la SAR- puede actuar como detonante de enfermedades reumáticas, es el estrés afectivo.

"Ese estrés afectivo puede pasar por lo que es el núcleo familiar, laboral o la situación económica del paciente. Entonces, uno encuentra a veces que en condiciones socieconómicas bajas hay más enfermedades autoinmunes o que esas enfermedades son más agresivas", manifestó Venarotti.

"Lo importante de esto -opinó- es que si bien no se sabe cuál es la causa de la enfermedad, si uno hace un interrogatorio a los pacientes que tienen enfermedades autoinmunes, se comprueba que el detonante suele ser un problema afectivo ya que generalmente 20 ó 30 días antes del comienzo de los síntomas existió una separación, la desaparición de un ser querido, o una situación de estrés laboral".

ANTES Y DESPUES

Diez años atrás, el 20% de las personas que padecía AR y fracasaba con los tratamientos convencionales, debía resignarse a padecer la enfermedad porque no había otras opciones terapéuticas que les permitiera alcanzar una mejor calidad de vida.

"El objetivo del tratamiento es lograr la remisión, que es la desaparición de signos y síntomas que marcan la actividad inflamatoria de la enfermedad, o sea, la hinchazón y el dolor", detalló Arturi.
En 1998, el lanzamiento al mercado de los tratamientos biológicos marcó un antes y un después.

Y es que, según comentó el presidente de la SAR, "con el tratamiento convencional de la AR (mediante antiinflamatorios, corticoides a bajas dosis, metotrexato, e hidroxicloroquina, entre otros), se logran buenos o muy buenos resultados en el 70 u 80% de los pacientes".

En tanto, el otro 20% que antes "debía quedar con altas dosis de cortisona y esto implicaba una mala calidad de vida por todas las complicaciones que traen los corticoides en altas dosis", ahora puede recurrir a esta opción biológica que apunta a combatir "el factor de necrosis tumoral, las células b y unas moléculas llamadas de coestimulación (que participan en el diálogo entre las células que producen anticuerpos y una respuesta inmunológica)".

Por último, ambos expertos hicieron hincapié en que la terapéutica biológica sólo es utilizada en aquellos casos en los que ha fracasado la terapia habitual, y precisaron que actualmente existen cerca de 10 tipos de tratamientos biológicos, todos ellos "extremadamente caros".

Por Agustina Sucri
Fuente: Diario La Prensa, Sección Ciencia y Salud